En México, el salario mínimo general aumentó 113% durante este sexenio, al pasar de 88 pesos diarios en 2018 a 248 en 2024, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Tan sólo este año, México implementó el mayor incremento al salario mínimo en términos reales (15.34%) entre los países que integran el G20, es decir, las economías más grandes del mundo.
Le siguen Rusia (11.00%) y Brasil (7.60%), el segundo y tercer lugar, respectivamente.
El aumento de 2024 se suma a los que se otorgaron en 2019, de 16.2%; en 2020, de 20%; en 2021, de 15%, y en 2022, de 22 por ciento.
El incremento real acumulado del salario mínimo en la actual administración es el más alto del que se tenga registro para un sexenio
Reducción de la pobreza
El incremento del salario mínimo ha sacado de la pobreza a 4.1 millones de personas durante el sexenio.
De acuerdo con el estudio denominado El impacto del salario mínimo en la pobreza, elaborado por la Conasami, entre 2019 y 2022 el número de personas en pobreza se redujo en 23.7% debido a los incrementos del salario mínimo.
En otras palabras, de las 5.1 millones de personas que salieron de la pobreza entre 2018 y 2022, 4.1 millones se pueden atribuir exclusivamente a los incrementos del salario mínimo”, destaca el documento.
Los resultados adicionales indican que los incrementos del salario mínimo no impactaron significativamente el nivel de empleo, pero sí tuvieron impacto en el ingreso laboral.
Además, respecto a los programas sociales sostiene que un incremento de 10% en el monto de la pensión para personas adultas mayores reduce la pobreza en 13% y un 10% de incremento en el ingreso por becas a educación básica contribuye a una reducción de 3.5% en la pobreza por ingresos.
Progreso paulatino
El salario mínimo en México se estableció desde la promulgación de la Constitución de 1917, vigente actualmente.
El Artículo 123 establece que los salarios mínimos “deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe [o jefa] de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos [e hijas]”.
Al respecto, el estudio de la Consami detalla que durante las décadas de los 80 y 90, el salario mínimo perdió más del 75% del poder adquisitivo al otorgar incrementos por debajo de la inflación.
Agregó que frenarlo pretendía minimizar las espirales de incremento de precios y detonar el crecimiento de la producción a través de inversiones alentadas por bajos costos laborales.
Bajo esta lógica, el salario mínimo se mantuvo cerca de este valor mínimo los siguientes 15 años”.
En 2016 se presentaron los cambios legislativos necesarios para permitir la recuperación del salario mínimo y en 2017, por primera vez en décadas, el salario mínimo creció por arriba de la inflación, con incrementos moderados.
A partir de 2019 se dio un verdadero cambio en la política salarial: en primer lugar, se buscó elevar el valor del salario mínimo al menos por encima de la línea de pobreza por ingresos”.
En segundo lugar, se creó la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN), donde el salario mínimo se duplicó como parte de una estrategia regional de desarrollo y freno a la migración.
Excélsior.