La diputada local, Edith Palma Ontiveros, admitió haber sido discriminada e invisibilizada por el Gobierno del Estado y el Instituto Estatal Electoral, pese a ser la primera mujer genuinamente indígena, que llega a una curul en el Poder Legislativo.
“Sí me están rezagando, yo creo que ya es tiempo de que se den cuenta, y sepan que va a ver tiempo de representar actividades culturales y más si son tradicionales”, indicó.
Más allá de la serie de actos discriminatorios que a lo largo de su vida comunitaria y profesional enfrentó, recién este 13 de septiembre, la legisladora rarámuri fue ignorada, para ser parte de las celebraciones por el Día de la Mujer Indígena que conmemoró el gobierno de Maru Campos.
“De hecho, yo estuve aquí, en el Congreso, pregunté, pensé que era alguna manifestación, ya el asesor me Indicó que era precisamente ese evento, pero sí, me están rechazando”, relató.
Palma Ontiveros apuntó que es necesario redefinir los criterios electorales, con base en los que se otorgan las constancias de identidad indígena para postularse en candidaturas políticas por esta acción afirmativa.
“Una cosa es nacer en las comunidades, y otra fomentar, vivir, sentir, la misma cultura y las necesidades de la misma gente con la que convives. Se tendría que trabajar, y abordarse artículos muy, muy, muy precisos, para para evitar todas estas conclusiones y que no haya ventajas para nadie”, observó.
En ese sentido, acusó al IEE de simular el cumplimiento de las acciones afirmativas para inscribir las diversas candidaturas, principalmente las relacionadas con pueblos originarios.
“La realidad es que, para empezar, son un fraude. Se vivieron muchas cosas fuera de lo normal Guachochi, el último día de de del registro anduve yo avalando apoyando a una compañera, precisamente que es originaria de Tonachí, a quien le cuestionaban que no era de allí, y yo estoy segura de que es de ahí”, detalló.
Consideró que se trata de una verdadera discriminación hacia este grupo poblacional, ya que ”se le está quitando la oportunidad de participar realmente a las personas innatas de los pueblos originarios”.
Dijo sentirse orgullosa y feliz de haber llegado a la Diputación, y anunció que comenzará a diseñar iniciativas, en cuanto a la reforma de los derechos de las comunidades indígenas, para que “se les haga justicia por primera vez”.
El parlamento de Morena definió que tendrían 50% de representación indígena, 50% de mujeres, y otro 50% para las otras personas interesadas, con el objetivo de garantizar la equidad.
“Soy la representación que inicia este proyecto de Morena, para que realmente esté representado por una persona indicada, adecuada, y que las necesidades se tendrán que desarrollar de acuerdo a diferentes estrategias, y planteamientos que cumplan con las necesidades reales de cada una de las comunidades”, expuso la diputada.
Compartió que este jueves 26, se reunirá con el IEE, por invitación del órgano electoral, y al consultar si, en este contexto discriminatorio, debería acudir, las representaciones del Distrito 22, mayoritariamente indígena, le pidieron ir y “exponer la verdad”.
“He aprendido, porque yo confío en Dios, de que todo se da a su tiempo, y que lo que hagas mal, pues te lo remite a su tiempo”, declaró.
Edith Palma Ontiveros es nacida en Guachochi, habla la lengua de la Alta Tarahumara, fue gobernadora indígena durante 5 años, y tiene una trayectoria de 25 años, con 11 meses, en el magisterio. Es parte de la asociación civil de Conadepoa, con sede en Zacatecas, que le permite trabajar como “jefa suprema” en Guachohi.