A pesar de las críticas por conflicto de intereses, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aceptó un avión de lujo de Qatar para utilizarlo como el nuevo avión oficial del mandatario, informó ayer el Departamento de Defensa.
La Constitución estadunidense prohíbe a los funcionarios aceptar regalos “de un rey, príncipe o Estado extranjero”.
Pero en reiteradas ocasiones Trump ha negado que haya ningún problema ético en aceptar el avión, afirmando que sería “estúpido” rechazar la oferta.