La presidenta Claudia Sheinbaum envió este jueves a la Cámara de Diputados su iniciativa para expedir una nueva Ley General de Aguas y reformar la Ley de Aguas Nacionales que, entre otros aspectos, prevé desaparecer el régimen de transmisiones de derechos de agua entre particulares y devolver a la Conagua toda concesión utilizada para fines distintos a los autorizados.
El proyecto de Ley de Aguas Nacionales plantea asimismo fortalecer el procedimiento para detectar usos irregulares del agua y el incumplimiento de obligaciones, así como el régimen de sanciones para inhibir este tipo de conductas.
Incluye además un catálogo de delitos hídricos para sancionar, entre otros actos ilícitos, la perforación y explotación de pozos clandestinos, la falsificación de títulos y la utilización de concesiones de uso agrícola para desviar el agua a fines recreativos o industriales.
La nueva Ley General de Aguas delinea a su vez las acciones que deben asumir las autoridades de las tres órdenes de gobierno para garantizar el acceso, disposición y saneamiento del agua para el consumo personal y doméstico.
Milenio