En medio de tensión, se reúnen Biden y Putin

En medio de tensión, se reúnen Biden y Putin

La cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladímir Putin, ha comenzado este miércoles a medio día en Ginebra (Suiza) con gran expectación, muchos más recelos, y un orden del día que es un campo de minas.

Una reunión bilateral entre los viejos enemigos de la Guerra Fría siempre conlleva su dosis de tensión, pero cuando sus dirigentes se conocen desde hace tanto tiempo, se han llegado a acusar de ser asesinos y no tener alma —Biden a Putin— la incertidumbre alcanza otra categoría.

La relación entre ambos países atraviesa, además, su peor momento desde la caída de la URSS, en medio de una escalada de sanciones y expulsiones de diplomáticos a raíz de las interferencias electorales del Kremlin, los ciberataques y la represión a los opositores en Rusia, con el arresto de Alexéi Navalni como símbolo.

Lo áspero del orden del día contrasta con la espectacularidad del escenario, un palacete del siglo XVIII sobre una verde loma con vistas al lago Lemán. Alrededor del idílico paraje, Suiza ha desplegado a más de 4.000 policías y militares. La ciudad, sobre todo el centro y los alrededores de la Villa La Grange, nombre de la mansión, están blindados.

Putin, a quien le suele gustar hacerse esperar, ha llegado primero a la cita, llamativamente puntual, seguido de Biden.

Cerca de la una y media del mediodía, ambos mandatarios se han saludado ante el anfitrión, el presidente suizo, Guy Parmelin, que les ha recibido en la entrada.

“Siempre es mejor verse cara a cara”, ha dicho el nortemaericano. El ruso, que agradeció a su homólogo la iniciativa de la cumbre, ha señalado que espera que la jornada sea “productiva”.

La reunión, en la que Putin ha ignorado la pregunta de un reportero sobre si teme al opositor Navalni, que cumple dos años y ocho meses en una prisión rusa por un polémico caso, ha empezado con un pequeño caos cuando reporteros, cámaras y fotógrafos se han agolpado para entrar a la sala donde se han celebrado los saludos iniciales creando un tumulto y un coro de gritos que ambos líderes han observado desde dentro. La primera ronda de conversaciones, en una de las bibliotecas, incluye a los ministros de exteriores, el estadounidense Antony Blinken y el ruso Sergei Lavrov. Ha terminado cerca de dos horas después.