El papa León XIV, el primer papa estadounidense de la historia, dijo el viernes que su elección era tanto una cruz como una bendición mientras celebraba su primera misa como líder de la Iglesia católica.
León hizo unas declaraciones improvisadas en inglés en la Capilla Sixtina a los cardenales que lo eligieron para seguir los pasos orientados a la justicia social del papa Francisco. Reconoció la gran responsabilidad que le habían confiado antes de pronunciar una breve, pero densa homilía sobre la necesidad de difundir el cristianismo con alegría en un mundo que a menudo lo ridiculiza.
“Ustedes me han llamado a llevar esa cruz y a ser bendecido con esa misión, y sé que puedo contar con cada uno de ustedes para caminar conmigo mientras continuamos como Iglesia, como comunidad, como amigos de Jesús, como creyentes, para anunciar la buena nueva, para anunciar el Evangelio”, dijo.